La Luz viaja sonora
por las venas de la Tierra
el Sol la cuida y alimenta mientras la acuna como un fiel Velero.
La Luz corre por las venas,
las nuestras, las de ella,
sangre transformada en oro,
alquimia de la Gran Madre,
la Tierra!
Cuando la Madre quiere,
abre las compuertas
y deja fluir la Luz,
escrita en el libro
de la Naturaleza.
La Luz y las tinieblas batallan
en guerra soterrada, interna,
como tú lo haces con él, con ella,
mientras te observa la Madre Naturaleza.
La Luz no dispone de gramática
ni de lengua, es acción y se demuestra.
La Luz se palpa, no se mide por palabras.
Es tactible, se siente, tiene cuerpo.
Cuando llega la Luz
el orden recobra su sentido.
MarianGardi ©