
Busco un amante
decía el anuncio del periódico
y yo pensé que la utopía
me llevaría tan lejos
como una autopista.
No pensé en la quimera
que me conducía al hielo
y terminó congelándome los huesos
en esa ventana de nieve empolvada.
Me susurraba:
"Te amo corazón...
como deseo estar contigo
si supieras cuanto te deseo
y acariciar tus cabellos...
y tu rostro que lo veo
y te siento siempre.
Cuanto te quiero, no sabes cuanto.
Juntos somos todo
sin ti nada.
Cuanto deseo verte amor y cuanto..."
Cuando me entero que otra
sentía en sus carnes el mismo soneto
marcando estos versos.
Atrevida y lanzada era la muchacha,
que de una zancada se metió en su cama.
Quizás en su plato
fue la presa fácil.
Fácil para él, fácil para ella,
tan fáciles fueron que de un zarpazo
la magia rompieron.
En vista de ello
he quedado huérfana
y busco un amante
que no me traicione,
que en su vuelo me alze
encima de las nubes
y que no me cambie ni siquiera
por otra que sea o esté más buena.
Que nadie se alarme
este no es mi caso,
sí el de una amiga
que me lo ha contado.
MarianGardi©