De pronto se cierra el escenario
cuando rompe el silencio y las marionetas
yacen apiñadas en cajas de madera
que antes sirvieron de embalaje.
El reloj de la pared cambia el tiempo
que no pertenece al teatro.
Los danzantes duermen entre bambalinas
mientras el corazòn mantiene su ùltimo latido.
MarianGardi©