Hay personas que viajan a tu lado
un trecho del camino.
El tren para en todas las estaciones,
ellos no se bajan y tú
observas sus movimientos.
Se levantan, juegan a las cartas,
visitan los demás compartimentos,
les escuchas reír, saludan, hablan,
y tú observas, recorres las estancias
con tu mirada de águila puedes verles,
puedes oírles, pero no se bajan del tren.
Cuando retoman su plaza te saludan, te sonríen,
te dan los buenos días o las buenas noches
mientras tú bajas la mirada
y encojes los hombros.
El tren sigue su curso, corre veloz,
pasa por túneles,
oyes la vibración de los raíles,
los chirridos de las ruedas,
las campanas de llegada
y salida de la estación,
los pitidos que dan señal de marcha.
Todo sigue su curso, el viaje prosigue,
unos bajan antes de lo que esperabas y
te entristeces, hechas de menos su presencia,
otros te siguen acompañando y les miras
y hablas y sabes que un día también partirán,
pero no dices cuanto les necesitas.
MarianGardi
Muy ciertos, amigos que te ven sin conocerte, pero, que son parte de tu camino.
ResponderEliminarInteresante camino por recorrer y recorrido con ellos en lo cotidiano..
me gusto el viaje.
saludos fraternos con mucho cariño.
un abrazo inmenso poeta.
besos
y siempre quise recorrer en tren las montañas y conocer pueblos y grandes ciudades, más la tegnologia los aparto de la ruta. y en su lugar ahora crecen flores silvestres.
ResponderEliminarpero hoy con tus letras me senti rodeado de personas sin rostro.
siempre
tu amigo
g marin( méxico)
Sí, son los amigos que aunque no formen una parte esencial de nuestra vida, van en el camino con nosotros; cada uno a su paso.
ResponderEliminarUn abrazo
Es muy interesante observar a los compañeros de viaje, es un ejercicio que hago habitualmente. Las facciones, los gestos, las actitudes, hablan por ellos... Cada pasajero es una historia y pasa a formar parte de la nuestra, en el breve tiempo de compartimos viaje.
ResponderEliminarLindo tema de reflexión, Marian.
Un fuerte abrazo.
Adolfo, ojalá tardes mucho en bajarte de mi compartimento.
ResponderEliminarInmensidad que comparto en ese abrazo mi amado poeta
Gmarin, en España tenemos muchos trenes y personas como yo, disfrutamos mucho de su traqueteo y sus pitidos que nos remontan un poco a nuestra infancia.
ResponderEliminarMi rostro no te es desconocido mi amado amigo.
Y espero que seamos amigos para siempre aunque no nos conozcamos, seguro que tenemos un punto de unión en toda nuestras diferencias.
Muchos besos y fortisimo abrazo mi poeta de las rosas perfumadas
Celia, el Camino es la propia vida, este tren es la aventura de los blogs y los compañeros blogueros que unos llegan y otros se van, nada permanece ni siquiera en este pequeño Tren.
ResponderEliminarAbrazos fraternales y amigables
Liliana, así es, nuestra palabra y nuestros gestos, nos delata.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo por esa rapida empatía que encontramos en este tren amiga querida, de la que tanto tengo que aprender.
Marian, hablando de caminos.
ResponderEliminarRealmente precioso lo tuyo, también me transportó a mi infancia de campo, cuando nos poníamos todo lo mejor para ir al pueblo a ver pasar el tren.
Gracias
Te dejo un abrazo
te invito a participar con tu blog en mi blog directorio aquiestatublog.blogspot.com
ResponderEliminarte conocerán mejor,pasa y deja tu blog en el libro de visitas
te pido excusas si consideras spam mi invitación
gracias Marian
Silvia, el Camino es la Senda del Tao.
ResponderEliminarQue recuerdos esos de ponerse la ropa de los domingos, yo también los viví.
Otro abrazo para ti
Pues cuando viajas en avion todo se magnifica mucho mas.......
ResponderEliminarun abrazo
Tony, me has dejado Caos, debes tener razón, el viaje en avión, al menos es más rapido y no tiene estaciones de peaje.
ResponderEliminarAbracisimo
Yo también voy en ese tren, a veces silenciosa, otras, comunicativa...pero siempre ahi.
ResponderEliminarBesos, querida Marian, gracias por acompañarme en el viaje.
Goloviarte, agradezco mucho el detalle, ya me pasaré y veré como lo hago.
ResponderEliminarSaludos
Marysol, yo siento tu cercanía querida amiga.
ResponderEliminarTe siento cerquita y espero sentirte así por mucho tiempo.
Grandes besos mi poeta
A mi me recuerda la vida misma, Marian, ese viaje en tren, o en bicleta, porque o se pedalea o se queda uno en el camino. Ese trayecto que cuentas, tal cual las experiencias compartidas con los compañeros de viaje. Al final, cada cual se bajará en su parada, pero mientras tanto, venga esa partida de cartas.
ResponderEliminarBikiños
XoseAnton, claro este vieje es como la propia vida, con el aliciente de que aqui vamos en un viaje virtual (quizás la propia existencia también sea virtual y lo desconocemos).
ResponderEliminarXose, en este viaje disfrutamos mucho con nuestras lecturas y nuestra imaginación.
Un montón de bikiños
En el tren de la vida no vamos solos pero a veces sorprende por qué esa persona y en ese instante se sienta a tu lado y no otra. La vida es un misterio. Un beso grande. milagros
ResponderEliminarMilagros, dicen que las casualidades no existen, sí las causas, ¿quién sabe?
ResponderEliminarMuchos se asientan por que van de paso y aquellos que son fieles a tu compañia son personas que se sienten afines, por una mirada, por un verso, por un sentir.
A mi los que me dan que pensar son aquellos que se bajan de tu compañia cuando les has tomado tanto cariño y decian ser tus amigos.
Muchos besos
¡Vaya con el poema!. Creo que es uno de los poemas tuyos que más me han gustado. Por la reflexión que hay en sus versos, una reflexión que viene atada a la vida.
ResponderEliminarY también porque estoy totalmente de acuerdo con lo que dice, incluso con el título.
Fermin, que aleria verte, cuando estais tiempo sin venir al blog se extrañan a esos amigos que no conocemos en persona pero que ya forman parte de nuestra vida bloguera.
ResponderEliminarMe gusta que te guste.
Besitos