De Realidad- Realeza

Fotografía de internet

Mis queridos amigos hoy les propongo un juego de imaginar qué podríamos hacer en el caso de:
Por ejemplo si fuéramos Reyes y enviásemos ha nuestro hijos a estudiar en  un País extraño donde estuviera la mejor Universidad del Planeta y en ese País tan extraño a nosotros y a  nuestros hijos, ellos, jóvenes inmaduros, comenzando su andadura, iban a  poder pulirse como el oro y  brillarían como diamantes. Es necesario que nuestros jóvenes hijos vayan allí, no podemos negarnos.

 Eso sí, nuestros hijos o hermanos  en ese extraño País, si son  reconocidos, estarán expuestos a  correr grandes  riesgos. Pueden ser robados, ultrajados o matados por bandas de fanáticos que aborrecen la nobleza. Gente de mal vivir, ladrones, con vicios, envidiosos, zorros y astutos. Gente que si llegasen  a saber que vuestros hijos o hermanos son  Príncipes y Princesas, se acercarían a ellos por cualquier interés, menos el  interés verdadero de tratarlos como iguales, amarles y respetarles.

Ya veis que aquí se respeta a los Príncipes por la autoridad y las leyes, pero en aquel País las leyes como las conocemos aquí no existen ¿no me preguntéis por qué? existen sus leyes, que son distintas a las nuestras.
Sabemos que tenemos que enviar allí a nuestros retoños ¿qué recurso tomamos?¿cómo lo haríamos?
No vale negarse, hay que ir, es cuestión de vida o muerte, o se va, o el hijo si no es útil puede morir.

Imaginad lo fácil que seria llevad ha vuestros hijos a ese País para que  estudien de incógnito.
Ellos pasan desapercibidos, nadie les reconoce, visten como pobres, dentro de la Universidad ellos aprenden de los mejores profesores del Planeta, éstos acuden de todas partes porque  son bien pagados y trabajan allí para  los extranjeros que llegan de todo el Mundo,  pero nuestros hijos  no son lumbreras en cuestiones de lo que interesa al extraño País, a nuestros hijos no les interesa la manipulación, ni la especulación,  no son astutos ni picaros, son ignorantes en fraudes y corrupciones y de nobles son tontos, cualquiera los engaña, eso tiene nuestra Nobleza, que pensamos que la persona que está delante nuestra es como nosotros, pero allí no, en ese País te dicen una cosa y hacen otra, te muestran una cosa y son otra. Allí, todas las apariencias son engañosas y tendrán que descubrir lo  verdadero de lo falso.

Ellos, tienen que  aprender a que no les engañen ni los pillen en una maniobra falsa, caerán en trampas antes de que aprendan a defenderse. Ésto y mucho más  es preferible, antes de que se sepa su identidad.
¿Ustedes qué harían en el mismo caso?
Por cierto, mi hija Mireia está en su primer año de Universidad y esto es Real, que sí, que éste año es su primer año estudiando Leyes.
Qué causalidad  con este escrito hablando de estudios.
Perdón quise decir casualidad.
Amigos es buenísimo para la mente  jugar a imaginar, espero que les guste.
Es un cuento Real ya que hemos imaginado que somos Reyes
 y Reinas por la única ley que nos debería  otorgar éste titulo, que es la Ley de la nobleza...
MarianGardi©