Microcosmos

Las experiencias las tenemos todos,  unos las perciben  y en otros pasan desapercibidas.

Advierto que por decir verdades que se pueden comprobar, no estoy haciendo ninguna critica, ni juzgando nada, ni a nadie.
 Respeto, admito y tolero cualquier pensamiento, creencia, ritual, practica, o estado de conciencia.

Digo esto porque desgraciadamente existen mentes estrechas con poca capacidad de comprensión, o de discernimiento y confunden la raíz del significado  y se guían por el  parámetro, el mapa, que llevan en su propia mente.

Espero no aburrirles, mi intención es sorprenderles y además  no invento nada,  lo he vivido todo en primera persona, los que me conocen saben que  soy incapaz de mentir. A veces he contado  verdades que me han podido perjudicar. Tengo dos opciones, o callar, o contar la verdad ¡Mi verdad!

Ustedes me han pedido que les cuente experiencias, aquí tienen una.

Un día,  mi hija me contó que recordaba su propio nacimiento, me dijo: "Mamá yo estaba allí en la habitación del Hospital al lado de tu cama con alguien a mi lado y vi toda la escena del parto".
Ella me relató con todo detalle cómo era la sala, los doctores, la comadrona, la posición de los muebles, las puertas, como era el camisón que yo llevaba, y me dio un dato que me dejó sorprendida al decirme que mi rostro transpiraba, cosa que yo  no recordaba. Era cierto, hacia mucho calor en aquella sala de partos, era primeros de Septiembre en  Granollers en una Cataluña con un verano caluroso. No le di importancia, no la creí, en ese momento pensé  que en alguna ocasión yo podía haber contado ha una amiga esta escena y  como los niños son esponjitas me dije que ella  había memorizado  la información.

Pasó el tiempo y en la sala de lectura de la biblioteca dentro de la  escuela espiritual del Lectorium, además de la Biblia por excelencia, había muchos libros que nos recomendaban  leer de todas las religiones y de todos los Profetas, algunos libros eran de la misma escuela y se pueden comprar públicamente. Un libro muy importante para mí de los Rosacruces es de la edad media, se llama  las Bodas Alquímicas de Kristian Rosacruz,  libro presentado en 1616,  hay quienes dicen 1623,  por los primeros Rosacruces que surgieron en Francia. Éste libro trata veladamente de la experiencia del toque de la luz en un iniciado en los Misterios en una noche de Pascua.

Ya saben que si alguno de ustedes ha vivido una experiencia psíquica en  días próximos a  Semana Santa (la Pascua) que sepa que hay un libro que ofrece señales y signos de una experiencia mística que suele vivirse en éstas fechas. En el libro encontrará las claves de una llamada de primera mano. Allí, verá el mapa y la ruta de las cosas que le sucedieron y suceden a todos los que llevan  a Cristo en su corazón y son llamados a realizar las Bodas Alquímicas.

En el libro verán la forma de la  entrega de  una carta sellada al protagonista del relato para invitarle a la ceremonia de las Bodas, verán como abren la tapa del pozo y dejan ciegos a los esclavos, cómo se pelean todos por salir al exterior, lo que sucede  siete días después de la llamada para hacer las Bodas, lo que ve en los Palacios Kristian,  ve a  muchos sabios de boquilla que lo desprecian porque él es humilde y no lleva el ropaje de los ricos intelectuales. El libro es  muy interesante, tanto si ven señales como si no.

Un cristiano no es el que practica una religión, un verdadero cristiano es  aquel que lleva a Cristo VIVO en su corazón. El que no es llamado ha hacer las Bodas Alquímicas, leerá el libro y sólo verá un libro de aventuras y viajes.

 ¡ Así es amigos! Los templos, es imposible profanarlos, por más que se quiera, ame, desee, anhele, rece, ore, pida, clame ¡Imposible!

 Los Rosacruces están divididos en 18 ramas, digo bien al decir divididos. Tienen creencias distintas en la forma, supongo y creo que en el fondo todos van hacia el mismo lugar, como todas las religiones, la fe y las creencias.

 Sabemos y si no sabemos lo intuimos,  que  todos los caminos ascendentes, conforme la senda o el Tao según el Maestro chino Lao Tsé,  se va estrechando,  llega un momento en que  todos los caminos   convergen y podemos  imaginar que desde la Visión del pico más alto de la montaña, se puede ver  toda la panorámica, todo el paisaje completo, absoluto,  desde la izquierda, la derecha  o el centro.

 Esto en la práctica cuando ascendemos una montaña física es así, las montañas psíquicas o psicologías no deben ser distintas de este proceso de subida y de poder obtener la visión de los paisajes de la naturaleza, si te posicionas en la falda, no ves nada, cuando estas en la cima lo ves todo. Es por ello el símbolo de la Montaña, Jesús predicaba en la Montaña, Moisés y el Monte  Sinaí cuando las tablas de la Ley. La Montaña siempre ha estado unida al desarrollo de la conciencia. .

 Lo mismo sucede con Masones están divididos en varias Logias, digo también verdad, al decir que están divididos.
Sus ramas no comparten las ideas de unos y otros, si estás en una logia y quieres asistir a otra, muchas lo aceptan, otras no te lo permiten. Lo digo porque lo he vivido en segunda persona, alguien de la Logia de Francia, quiso ir a la Logia Nacional de España, ésta persona que es un maestro  masón  no pudo entrar al ritual de esta gran logia Nacional que procede del rito Ingles.  Cierto es que fueron muy amables y le invitaron a cenar con ellos en el mismo hotel donde practicaban el ritual, pero no pudo entrar, allí  no podían ir los que no fueran de esta Logia Nacional.

Vamos a la historia del principio que me voy por los cerros de Ubeda.
Decía que mi hija me contó su nacimiento, yo no me lo creí pero tampoco le dije que lo que me contaba era incierto, asentí y la dejé flotando en sus fantasías.

Un dia cayó en mis manos un libro pequeñito de tantos que solía leer en el Lectorium y hablaba sobre los microcosmos, mi hija no era de la escuela, el libro sólo se vendía en la escuela, imposible que mi hija lo hubiese leído.
Allí leí, que cuando nace un bebé, igual que la madre engendra al futuro cuerpo físico de la criatura, el microcosmos de la madre acoge al microcosmos del futuro hijo y lo acompaña en la reencarnación, cuando el bebé aspira la primera bocanada de aire, de oxigeno,  el microcosmo del bebé entra en el cuerpo recién nacido y preparado para que entre una energía independiente que ya no será la de la madre como en el embarazo. Incluso decía que si la madre no admite al bebé que lleva en su vientre o lo repudia, es el microcosmos del padre el que acoge y acompaña al microcosmos del hijo durante el parto.
Recordé que  mi hija dijo que alguien estaba con ella mientras esperaba la salida del bebé, pero que no sabia quien era.

Cuando leí aquello me sobrecogí, había escuchado antes la experiencia y ahora leía la misma experiencia.
O sea, era verdad que aquello pudiera suceder. Entonces presté más atención a lo que me pudiera contar mi hija sobre su nacimiento y ella recuerda todo, tengo el permiso de ella para poder contarlo en el blog.

Mi hija recuerda todo su nacimiento con una nitidez asombrosa, recuerda que iba por el pasillo donde la enfermera se dirigía a lavar al bebé, dice que  sentía  el vaivén de los brazos de la mujer y que pensó "vaya otra vez lo mismo", recuerda que fue su abuela  quien primero la cogió.

Esta es la experiencia, pueden creerlo o no, pero así me lo ha contado mi hija y me dio detalle de la habitación, médicos, comadrona, muebles y me había dicho que estaba allí con alguien que le acompañaba y no sabia quien era. Según el libro el acompañante es el microcosmo de la madre.

Esto es comprensible para todos los que creen en la reencarnación, la energía como microcosmos  sale del cuerpo  en la muerte y vuelve a entrar para adquirir experiencias al nacer el cuerpo material que le fabrica la  madre.

No sé porque les cuento todo esto ¿Habré destapado la caja de Pandora? ¡Es broma!
Yo me muevo por impulsos y he aquí que me ha dado por contar experiencias.
Pido perdón a los comentaristas que puedan aburrirle mis historias.
Marian